Alemania

Zona mixta

Rafael Pineda 06/05/2020

Alemania, siempre Alemania. La mayoría de las veces para lo bueno. En algunas y terribles ocasiones para lo malo, en especial en el siglo pasado. Un estado que consumó su unión en 1871 auspiciada por la hegemonía de Prusia. Antes, territorio del Sacro Imperio Germánico por los siglos de los siglos. Motor económico de Europa, constituida como República Federal con 16 estados con constitución propia y una amplia descentralización. Capaz de rehacerse después de la Segunda Guerra Mundial y una brutal partición territorial hasta su reunificación el tres de octubre de 1990. Con una canciller, Angela Merkel, que dirige un gobierno federal con experiencia y sapiencia. Una líder en estos tiempos tan procelosos. Alemania, si todo va bien, será el primer país donde volverá a rodar el balón. Un dato que no se borrará fácilmente de las mentes de los aficionados al fútbol de, prácticamente, todo el mundo. Hay una cierta luz al final del túnel que constituye esta pesadilla si la Bundesliga retoma el pulso. Será el próximo día 15 o el 23 de mayo. Un fantástico banderín de enganche para otras competiciones, incluida la Premier, por más que las cifras que llegan de la pandemia en el Reino Unido sean muy duras. 

La Bundesliga no será lo mismo a puerta cerrada. Quizás nada lo sea en el mundo después de esta pandemia. Pero aunque sea por televisión, el fútbol demostrará que sigue vivo, alimentando la pasión de su gente, salvaguardando en lo posible la economía de los participantes de su industria para enarbolar la bandera de la resistencia. Puede ocurrir que haya rebrotes de esta plaga, sin duda, pero da la impresión de que las Federaciones, las Ligas, los clubes y los jugadores están trabajando de manera eficiente para que la seguridad sea la máxima posible a la hora de evitar los contagios. Era necesario dar el paso y Alemania, por el momento, lo está dando. La necesaria protección de la salud de los ciudadanos ante las dolorosas cifras de muertos por la pandemia debe ir acompañada del reinicio de las actividades económicas, sociales y deportivas. Si no se hace así, las consecuencias serán imprevisibles en el corto plazo para la supervivencia de un modo de vida que, con todos sus defectos, sin duda, se ha mostrado como el más idóneo en muchas partes del mundo. El fútbol es parte básica de la economía y de la industria. Del mismo modo, un bien inmaterial que proporcionará alivio y escape a las mentes de los ciudadanos en estos momentos tan delicados. Ojalá se consume la vuelta del fútbol. Alemania fue la primera. Jamás lo olvidaré.