Palabra de Serra Ferrer

Zona mixta

Rafael Pineda 01/06/2020

"Me asusta volver al Betis por la grandeza y la responsabilidad que entraña ayudar a tomar las decisiones para que vaya creciendo y estar a la altura del club y de la afición". Las palabras de Lorenzo Serra Ferrer a Cope Sevilla las dice el hombre que casi siempre fue sinónimo de éxito cuando desempeñó algún cargo en el Betis. Especialmente, el de entrenador. Su autoridad es tan grande que en las vísperas de este bendito derbi que abrirá el regreso del fútbol en España la voz de Serra es la más autorizada para desvelar algunos de los misterios que encierra este partido tan especial. A Serra se le ha discutido su valía después de la última salida del Betis. Lo que no se le pueden discutir son los números en el derbi y en la propia entidad. Su conocimiento se traduce, por ejemplo, en disputar un duelo de la máxima en 1997 a 39 puntos de ventaja del Betis sobre el Sevilla. Los equipos del Betis que manejaba Serra ganaban derbis para iniciar remontadas que acababan con el equipo en la Liga de Campeones (2005) o rompían rachas de ocho derbis seguidos sin ganar en verdiblanco (siete derrotas y un empate) con una manita en el Sánchez Pizjuán (3-5 a un Sevilla de Liga de Campeones).

Los datos están ahí y han sido comentados millones de veces. Serra ha sido siempre sinónimo de éxito cada vez que ha estado ligado al Betis. No solo porque haya sido el único entrenador de su historia en ganar un título y jugar la Liga de Campeones el mismo año. También porque gracias a su impulso ascendió a un equipo presidido por Manuel Ruiz de Lopera que iba camino de su tercer año consecutivo en Segunda División (1994). Aquella maravillosa reacción que llevó al Betis a Primera, luego a Europa y finalmente a jugar una final de Copa tuvo continuidad en 2005 y luego en su regreso como director deportivo en 2017. En 2018, el Betis volvió a lograr una clasificación europea que, desgraciadamente, no tuvo continuidad. En 2019 estuvo cerca de jugar una final de Copa tras disputar unas semifinales muy igualadas frente al Valencia. Difícilmente se puede hacer mejor en un club como el bético. Un año después de que le mostraran la puerta de salida de manera poco elegante, Serra es una voz incontestable en verdiblanco. Pero desde ese merecido altar, su experiencia le hace comportarse sin excesivo rencor hacia los que lo apartaron del Betis por tercera vez en su vida. Consciente de lo peligroso que es abrir una brecha en estos momentos, Serra habló con humildad, no cerró las puertas a un posible regreso y se expresó con elegancia. "Tengo esta idea de que aún puedo aportar". Y tanto. Un año después, puedo entender, y no de manera completa, que Ángel Haro y José Miguel López Catalán prescindieran de Quique Setién. Pero arrinconar a Serra hasta echarlo, perdiendo un parapeto ideal incluso para ellos, no entra en mi cabeza. La pandemia le ha venido bien a los dirigentes béticos, que, como suele ocurrir, han realizado una gestión impecable cuando no hay balón de por medio. Ahora llega el derbi. El único que sabe decir las cosas es Serra. El único capaz de contestar y medirse a Del Nido mientras los actuales jefes verdiblancos no se atreven ni a hablar. Con una derrota se esfumaría de un plumazo la paz de tres meses que han vivido Haro y Catalán. De nuevo volverían a estar en el centro de la diana. Serra les ha tendido la mano.